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John Cooper Works: el paradigma del máximo placer de conducir, en un MINI.
Tue Jan 22 12:00:00 CET 2008 Comunicado de prensa
Las raíces que comparten los nombres MINI y John Cooper Works se remontan hasta hace casi 50 años. Ahora se ha abierto un nuevo capítulo de su historia de éxitos. En la marca MINI, la gama completa diseñada para los conductores con ambiciones especialmente deportivas llevará la marca John Cooper Works.
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Rosa Caniego
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Autor.
Rosa Caniego
BMW Group
Calidad premium, experiencia en competición y sensaciones MINI se unen ahora
más que nunca: John Cooper Works continúa su historia de éxitos con una gama de
productos más amplia y una nueva identidad de marca.
Las raíces que comparten los nombres MINI y John Cooper Works se remontan hasta
hace casi 50 años. Ahora se ha abierto un nuevo capítulo de su historia de
éxitos. En la marca MINI, la gama completa diseñada para los conductores con
ambiciones especialmente deportivas llevará la marca John Cooper Works.
Consecuentemente, John Cooper Works será en el futuro una parte integral de la
marca MINI y representará más que nunca el epítome del mayor placer de conducir
para todos los entusiastas de MINI.
Un signo visible de este reposicionamiento es el nuevo diseño del logotipo de
la marca, que llevarán todos los futuros productos John Cooper Works. Es la
garantía de la excepcional experiencia en competición, de la ávida aspiración
de alcanzar la mayor eficiencia y el profundo entendimiento del carácter
extraordinario y la demanda de calidad sobresaliente que espera MINI. Todos los
componentes John Cooper Works están perfectamente adaptados a MINI y están
desarrollados y fabricados al mayor nivel premium. Cumplen los altos estándares
de BMW Group en términos de fiabilidad, mano de obra y autenticidad y por tanto
están sujetos a las condiciones de la garantía aplicable a los MINI.
MINI y John Cooper Works: una alianza con tradición
Este nuevo planteamiento refuerza aún más la alianza entre los valores de la
marca MINI y la tradición en competición. Está basado en la versión revisada de
los acuerdos de 2007 entre las marcas registradas MINI y John Cooper Garages,
que ha estado intensamente involucrada en la preparación de modelos MINI desde
el relanzamiento de la marca MINI. El director ejecutivo Mike Cooper continuará
siendo el enlace de conexión entre las dos compañías, para garantizar a largo
plazo la transferencia de la pasión por la competición y las sensaciones MINI.
De esta forma, Mike está siguiendo los pasos de su padre. El legendario
ingeniero de diseño de Fórmula 1 John Cooper introdujo su primera versión
preparada de Mini ya en 1961. El Mini Cooper había nacido. Sólo dos años antes,
un pequeño coche creado por Alec Issigonis había revolucionado la conducción
cotidiana. Ahora John Cooper había provisto a los aficionados a la competición
con un vehículo que estaba creando nuevos estándares en agilidad y placer de
conducción. En las siguientes décadas el nombre de Cooper se convirtió en el
sinónimo mundial del máximo placer de conducir un Mini. El hecho de que fuera
este nuevo tipo de coche compacto el que inspirara al bicampeón mundial de
Fórmula 1 para construir extraordinarios deportivos, fue una prueba convincente
de las aptitudes del Mini. La extraordinaria experiencia asociada a Mini
fascinó tanto a Cooper que se vio inspirado para mejorarla hasta la perfección,
algo que entusiasma a todos los aficionados a los coches deportivos hasta la
fecha.
Prestaciones de nivel premium: accesorios John Cooper Works
Hoy en día, la marca John Cooper Works es sinónimo de equipos y accesorios
opcionales, prototipos y producciones de pequeñas series que proporcionan a los
entusiastas de MINI la oportunidad de vivir su pasión por la competición.
Equipado con el kit de preparación John Cooper Works, el MINI Cooper S se
convierte en un potente vehículo que no teme compararse con deportivos de gran
reputación. Este kit de preparación incluye un filtro de aire deportivo,
silenciador deportivo y modificaciones en la electrónica del motor, que
conllevan un aumento de la potencia hasta 141 kW / 192 CV y proporcionan una
diferenciación tanto visual como acústica.
Los elementos más destacados de la gama de accesorios John Cooper Works son un
conjunto de elementos aerodinámicos, suspensión deportiva con muelles lacados
en rojo, una gran selección de llantas y un sistema de frenos de altas
prestaciones con discos perforados. También hay disponible una barra de
refuerzo para el compartimento del motor, carcasas de los retrovisores acabadas
en carbono y las molduras de los intermitentes laterales - más conocidas como
escotillas laterales - con un deportivo diseño de rejilla. La lista de
elementos para proporcionar un ambiente de competición al interior incluye
molduras interiores, palanca de freno de mano y pomo de la palanca del cambio
con decoración de carbono, asientos deportivos John Cooper Works, volante
deportivo de Alcantara y Carbono e indicador de cambio de marchas, que indica
el momento óptimo para cambiar de marcha obteniendo la máxima aceleración,
todos ellos ingredientes perfectos para el obtener el máximo placer al conducir.
Preparado para el circuito: John Cooper Works CHALLENGE.
El nuevo coche de competición para la MINI CHALLENGE 2008 también lleva esta
famosa distinción. El MINI John Cooper Works CHALLENGE es un vehículo de
competición resultado de décadas de experiencia construyendo coches para
competir: una potencia de 154 kW / 210 CV (valores preliminares) y equipado con
muchos componentes diseñados exclusivamente para los circuitos. Los pilotos de
la MINI CHALLENGE pueden redefinir los límites de sus aptitudes, aportando
incluso aún más emoción a esta competición, que ya de por sí ha tenido un gran
éxito. Todos los productos John Cooper Works están diseñados para cumplir unos
niveles de calidad excepcionalmente elevados. Hasta el mínimo detalle, deben
hacer frente no sólo a las condiciones extremas que prevalecen en la
competición, sino también cumplir los amplios requerimientos del tráfico
cotidiano en términos de funcionalidad, diseño, fiabilidad y duración. El
trabajo de experimentados ingenieros así como innumerables kilómetros de
pruebas en los circuitos y en la carretera, aseguran que estos requerimientos
se cumplan. Consecuentemente, las marcas MINI y John Cooper Works apuestan por
un compromiso de calidad, cuya importancia es extraordinaria en el competitivo
entorno de MINI.
John Cooper: Sinónimo de éxito en competición
Ningún otro nombre está asociado más fuertemente con la legendaria leyenda en
competición de MINI como el nombre John Cooper. Junto con el diseñador del Mini
clásico, Sir Alec Issigonis, hizo una contribución decisiva creando el carácter
extraordinario de este vehículo que todavía permanece vivo en nuestros días. La
base se creó con una estrecha amistad entre estos dos hombres. Mucho antes de
que Alec Issigonis creara el Mini clásico, forjó una estrecha relación con el
ex-piloto de competición y conocido diseñador de automóviles británico. Cooper
era conocido tanto por su talento y su ambición como por su carácter. A la
corta edad de doce años, John Cooper, que había nacido en 1923 en Surrey,
Inglaterra, mostró al público de qué estaba hecho cuando condujo el coche de
carreras construido por su padre, con el que fundó la Cooper Car Company en
1946. Los dos comenzaron a construir coches de carreras, al principio para las
competiciones de Fórmula 3. La Cooper Car Company pronto prosperó hasta
convertirse en el proveedor con más éxito de coches de competición
profesionales, llevando a los equipos y pilotos ingleses al máximo nivel de la
competición en Fórmula 1.
El concepto de motor central: una visión que cambia la competición de Fórmula 1
Con su concepto de vehículos deportivos con motor central, Charles y John
Cooper crearon una tendencia rompedora en 1955 para toda la industria. Durante
los años 1959 y 1960 los coches de carreras construidos por Cooper ganaron, con
vehículos de motor central, tanto el título de constructores como el de pilotos
en el campeonato de Fórmula 1. El concepto fue un éxito, y otros constructores
seguirían su ejemplo en los años siguientes. Al poco tiempo, todos los coches
de la Fórmula 1 eran construidos de acuerdo con ese principio. Sin embargo,
Cooper siguió manteniendo el estatus de tener la marca con más éxito en la
competición de Fórmula 1 durante los cincuenta y los sesenta. En ese tiempo
casi todos los pilotos legendarios, como Jack Brabham, Bruce McLaren o Jochen
Rindt, condujeron un Cooper.
El contacto con Alec Issigonis ya se había establecido cuando John Cooper
estaba usando motores construidos en la British Motor Corporation (BMC), que él
empleaba en sus coches de competición para la Formula Junior. Por esta razón,
Cooper conocía la historia del desarrollo del Mini que Issigonis iba a diseñar
para BMC. Esta compañía se había establecido con la fusión de fabricantes de
automóviles británicos, con unas marcas que incluían Austin, Morris, MG y
Wolseley.
Reconocimiento inmediato del potencial de Mini
A John Cooper le fascinó el lanzamiento de Mini. Estaba convencido de que el
innovador concepto del vehículo, con el principio de "una rueda en cada
esquina", los cortos voladizos y su aspecto plano en general era exactamente lo
que había estado buscando durante años: la base para un coche de carreras
ganador. Ya en 1959, el año en que debutó el Mini, envió a Monza a su piloto
Roy Salvadori con el primer Mini Cooper, un coche único, para ponerlo a prueba
por primera vez. En 1960, sólo seis meses después del debut de Mini, seis
coches de apoyo equipados por John Cooper celebraron su primera participación
en el Rally de Monte Carlo.
El creador de Mini, Issigonis, tenía una visión menos entusiasta que el
experimentado en competición Cooper sobre la construcción de una versión
deportiva del coche, que había sido inicialmente diseñado como un medio de
transporte espacioso, asequible y económico para todo el mundo. El principio,
Issigonis desestimó la propuesta de Cooper de hacer un modelo GT del Mini. Sin
embargo, Cooper no se rindió y se puso en contacto con el director de BMC
George Harriman, que finalmente accedió. Con una producción limitada de 1.000
Mini Cooper, se comprobó la reacción del público a este concepto de vehículo.
Con modificaciones como cilindros con mayor carrera y menor diámetro, válvulas
de admisión mayores, carburadores dobles y bloque de cilindros reforzado, el
primer Mini Cooper alcanzaba 55 CV y una velocidad máxima en torno a 130 km/h.
Las relaciones de la transmisión se eligieron para explotar el potencial
deportivo y los frenos de disco en las ruedas delanteras aseguraban unos
valores de deceleración adecuados.
El resultado de estos esfuerzos finalmente convenció a Issigonis.
Inmediatamente se unió a John Cooper para trabajar en el siguiente paso de
mejora de las prestaciones. Para el Mini S, el diámetro de los cilindros se
aumentó hasta 70,6 mm, ya cerca del máximo posible. La cilindrada, 1.071 cc,
seguía estando por debajo de los 1.100 cc, el límite admisible para las
categorías de competición a las que se dirigía; la velocidad del motor era, sin
embargo, impresionante. El nuevo motor entregaba 70 CV a 6.200 rpm, y la
velocidad máxima del motor se alcanzaba a 7.200 rpm. En esta versión también se
revisaron los frenos, siendo equipados con servofreno.
1964 a 1967: los años de oro del Rally de Monte Carlo
Se habían sentado las bases de un sensacional éxito en competición. Fue en 1962
cuando el Mini Cooper S causó sensación por primera vez en Monte Carlo. Con el
finlandés Rauno Aaltonen al volante este pequeño y ágil coche en su papel de
David desterró a todos los Goliat a las posiciones detrás de él, a su rebufo. A
sólo 3 kilómetros de la meta Aaltonen, que lideraba la carrera, cometió un
error en una curva y terminó su participación volcando. Sin embargo, acabó con
su mala suerte al año siguiente. Aaltonen cruzó la línea de meta con su Cooper
S convirtiéndose en ganador de la categoría y tercero en la clasificación
general.
Y las cosas aún iban a mejorar. En el rally de invierno de 1963 / 1964, el Mini
Cooper S tenía un nivel de potencia mucho mayor que su predecesor. En una
espectacular carrera en Monte Carlo, Paddy Hopkirk obtuvo el primer puesto en
la clasificación general con un Mini que contaba con el recién diseñado motor
de competición, venciendo a una competencia mucho más fuerte. Al año siguiente,
el finlandés Timo Mäkinen junto con su copiloto Paul Easter repitieron el
triunfo en Monte Carlo. Fue el único piloto participante que completó los miles
de kilómetros sin acumular ni un sólo punto de penalización, incluso luchando
contra las condiciones más adversas en la nieve y el hielo de los Alpes
franceses. Sólo 35 de los 237 coches que tomaron la salida pudieron cruzar la
meta en este rally, y tres de ellos lucían el logotipo Mini Cooper S.
El siguiente año llegó el triplete. Los cuatro equipos que compitieron con
Cooper tenían una buena ventaja, y los pilotos Timo Mäkinen, Rauno Aaltonen y
Paddy Hopkirk consiguieron un resultado increíble. Cruzaron la línea de meta en
primer, segundo y tercer lugar. Sin embargo, a esta hazaña le siguió una amarga
decepción. Los tres vencedores fueron privados de su éxito, ya que los
comisarios del rally decidieron que los cuatro faros adicionales montados
delante de la rejilla del radiador no cumplían exactamente con las condiciones
de homologación francesas. Su decisión tuvo poco efecto en el entusiasmo de los
espectadores con los tres pilotos de Mini. Hopkirk, Aaltonen y Mäkinen entraron
en los anales del Rally de Monte Carlo como "los tres mosqueteros". Y sólo un
año después, Rauno Aaltonen pudo disfrutar de una celebración con mayor
entusiasmo aún, con su tercera victoria en Monte Carlo con un Mini Cooper S.
Esta vez no hubo ninguna infracción en el vehículo.
Sin embargo, los Mini no sólo brillaron por su rendimiento en los rally. En los
sesenta pudo acaparar muchas victorias en la carretera. Con sus registros
deportivos globales, fue el coche de competición más sobresaliente de toda la
década. Además de sus triunfos en competición, la versión John Cooper del Mini
tuvo un éxito excepcional desde 1961 a 1971 en términos de ventas. Ya en
aquellas fechas los nombres Mini y Cooper eran inmediatamente asociados al
incomparable placer de conducir. Más aún, los kits de preparación de Cooper
para los vehículos Mini de serie tuvieron mucha demanda. Ningún otro coche
ofrecía desde el primer momento más aptitudes deportivas por menos dinero ni
mayor placer de conducir en un espacio tan reducido.
Mike Cooper continuó el trabajo de su padre con los Mini
La tradicional alianza entre Mini y John Cooper también se volvió un factor
crucial en la nueva versión de este pequeño coche. En 1999 Mike Cooper fue
invitado por BMW Group para incorporar la experiencia del negocio familiar, que
actualmente se conoce como John Cooper Garages, en el proyecto MINI. Mike
Cooper continuó con el trabajo de su padre con el mismo entusiasmo. Como John
Cooper hizo en su día, sopesó la posibilidad de hacer una versión con mejores
prestaciones mucho antes del lanzamiento del MINI en el año 2001. E incluso
entonces su sueño era volver a llevar a los MINI a los circuitos. Comenzó a
organizar la competición John Cooper Challenge para vehículos de serie con
prestaciones mejoradas en Inglaterra, y la parrilla de salida estuvo completa
en muy poco tiempo.
John Cooper no pudo presenciar el lanzamiento al mercado del MINI moderno.
Murió en el año 2000, con 77 años. El nombre John Cooper Garages permanece. Hoy
por hoy representa, y seguirá representando en el futuro, a una compañía con
una larga tradición que continuamente ha satisfecho a tres generaciones con el
uso de una experiencia sobresaliente y los mayores conocimientos en el campo de
la preparación de automóviles; es el legado de personas excepcionales que,
durante décadas, marcaron los hitos en la competición automovilística.